lunes, 23 de noviembre de 2009

LA PROFESORA


Hace años, un inspector visitó una escuela primaria. En su recorrida observó algo que le llamó poderosamente la atención, una maestra estaba atrincherada atrás de su escritorio, los alumnos hacían gran desorden; el cuadro era caótico.

Decidió presentarse:


- Permiso, soy el inspector de turno...¿algún problema?


- Estoy abrumada señor, no se qué hacer con estos chicos...


No tengo láminas, el Ministerio no me manda material didáctico, no tengo nada nuevo que mostrarles ni qué decirles...

El inspector, que era un docente de alma, vió un corcho en el desordenado escritorio. Lo tomó y con aplomo se dirigió a los chicos:



- ¿Qué es esto?
- Un corcho señor... -gritaron los alumnos sorprendidos.

- Bien, ¿De dónde sale el corcho?

- De la botella señor. Lo coloca una máquina.., del alcornoque, de un árbol .... de la madera..., - respondían animosos los niños.

- ¿Y qué se puede hacer con madera?, -continuaba entusiasta el docente.

- Sillas..., una mesa..., un barco...

- Bien, tenemos un barco. ¿Quién lo dibuja? ¿Quién hace un mapa en el pizarrón y coloca el puerto más cercano para nuestro barquito? Escriban a qué estado mexicano pertenece. ¿Y cuál es el otro puerto más cercano? ¿A qué país corresponde? ¿Qué poeta conocen que allí nació? ¿Qué produce esta región? ¿Alguien recuerda una canción de este lugar?

- Y comenzó una tarea de geografía, de historia, de música, economía, literatura, religión, etc.

La maestra quedó impresionada. Al terminar la clase le dijo conmovida:

- Señor, nunca olvidaré lo que me enseñó hoy. Muchas Gracias.



Pasó el tiempo. El inspector volvió a la escuela y buscó a la maestra.

Estaba acurrucada atrás de su escritorio, los alumnos otra vez en total desorden...

- Señorita...¿Qué pasó? ¿No se acuerda de mí?

- Sí señor, ¡cómo olvidarme! Qué suerte que regresó.

No encuentro el corcho. ¿Dónde lo dejó?

viernes, 20 de noviembre de 2009

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Frases ingeniosas!!! Quien dijo ...



  • Me molesta que la gente no de la cara. (Anónimo).

  • Vayamos al grano. (Un dermatólogo).

  • Vayamos por partes. (Jack el destripador).

  • Nunca pude estudiar Derecho. (El jorobado de Notre Dame).

  • Me las pagarás. (Fondo Monetario Internacional).

  • Santa María ! Que Pinta tiene la Niña. (Cristobal Colón).

  • Mi padre es un viejo verde. (El increíble Hulk).

  • Me revientan los alfileres. (Un globo).

  • Mi mamá es una rata. (Mickey).

  • Me encanta ir a la escuela. (Un piojo).

  • Las horas se me pasan volando. (Piloto de avión).

  • Mi novio es una bestia. (La Bella).

  • Mi novia es una perra. (Pluto).

  • Estoy en cinta. (Sctoch).

HEIDI - SHIRLEY TEMPLE

LOS BUENOS MODALES


Los niños suelen ser un fiel reflejo de lo que ven en casa en cuanto a comportamiento y modales; sobre todo en los primeros años que apenas cuentan con otro contacto social que el de sus padres (pues aun no van al jardin de infancia). Desde ese preciso instante debemos tener cuidado con nuestro comportamiento, con nuestro lenguaje, con nuestros gestos ... los niños lo absorben todo, son como pequeñas esponjas ávidos por conocer y descubrir. Y aunque, en muchas ocasiones, no nos demos cuenta los niños están "grabando" todo lo que ven y escuchan.

Todas las enseñanzas son buenas, pero la educación es la mas importantes y necesarias para su desarrollo como persona. Un niño educado es un adulto respetuoso, tolerante y preparado para convivir con los demás. La preparación profesional es importante, para poder desarrollar un trabajo determinado y ganarse el sueldo, pero el desarrollo personal es importante para todos los órdenes de la vida, su vida social, laboral, familiar.


Ahora bien, la realidad nos hace conocer lo dura que es la fase de educación del niño. Cambiar comportamientos, conductas, insistir, remarcar, etc. es una tarea diaria, para la que nos tenemos que armar de mucha paciencia. La capacidad de aprender de los niños es muy grande, pero también son muy grandes sus ganas de hacer lo que más les gusta: saltarse las normas y hacer lo incorrecto que, generalmente, es más fácil (e incluso, divertido) que hacer lo correcto.


Hay que enseñarle a pedir las cosas por favor, a dar las gracias cuando le dan un caramelo, le deja un juguete, etc. No es fácil, pero a base de insistir se consigue. Cada vez que haga algo incorrecto hay que decirle como se hace de forma correcta, pero nunca regañarle (ya habrá tiempo para ello). No se le puede hacer que tome una actitud negativa ante este tipo de aprendizaje, pues supondría un grave handicap a la hora de tratar de enseñarle temas que le producen un fuerte rechazo.


Toma la cuchara así, o el tenedor de esta manera; no chupes el cuchillo; límpiate las manos antes de tomar el vaso para beber ... y muchas otras cuestiones que irán saliendo a lo largo de los días. Paciencia, mucha paciencia. El resultado merece la pena.


A partir de los 3 a 4 años empieza una nueva etapa en su vida, la vida social. Es fácil que a esa edad vaya al jardin de infancia, le inviten a fiestas de cumpleaños o desarrolle una vida social paralela a la de sus padres (le llevan de compras, de visita a otra casa, etc.). El niño puede poner en práctica todas las enseñanzas recibidas y aprender otras nuevas. Empiezan las alegrías. Se siente contento porque su niño se mueve bien en todos los ambientes y de una forma educada. No tiene que escuchar la temida frase: "¡Que niño más maleducado!"


En esta etapa empieza una etapa en la que irá descubriendo nuevos retos, tanto personales como sociales; y sucederá algo mucho más importante en su vida; empezará a hacer cosas en las que usted no está presente. Tendrá una cierta autonomía de comportamiento. Aquí empieza a poner en práctica todo lo que ha aprendido en casa. No obstante, tendrá siempre la vigilancia y observancia de los profesores (o debería tenerla), parte importante también en la formación no solo académica del niño, sino personal.


Todo lo que ha aprendido, con algún que otro "repaso", le sirve para desenvolverse de forma correcta en sociedad. En el colegio, en la calle, cuando va a un cumpleaños, cuando juega con otros compañeros, cuando se va de campamento, etc.


A las profesoras solo nos queda refrescarle la memoria, de vez en cuando, y enseñarle nuevos comportamientos, sobre todo sociales (en el autobús, el metro, en la calle, en un restaurante o cafetería); ceder el paso en la puerta de entrada de un establecimiento, al entrar en el ascensor, ceder un asiento en el omnibus, etc.


Con todo lo que se le ha enseñado, se puede decir que se ha preparado al niño para desenvolverse de forma socialmente correcta en todo momento, por lo que podrá ir con el a todas partes (cosa que no siempre se puede hacer con niños que no están bien educados).


Tenacidad y paciencia, son una parte importante en este tipo de enseñanza o educación. No desfallecer jamás, aunque a veces den ganas de tirar la toalla. Es por el bien del niño.

martes, 17 de noviembre de 2009

La Maestra



Se contaba hace muchos años una historia sobre una profesora de Primaria. Su nombre era Sra. Thompson. Cuando se ponía de pie frente a su clase de 5º grado en el primer día de colegio, decía una mentira a los niños. Como muchos maestros, ella miraba a sus estudiantes y decía que los quería a todos por igual.


Pero eso era imposible, porque ahí, en la primera fila, hundido en su asiento, estaba un pequeño llamado Teddy Stoddard. La Sra. Thompson había vigilado a Teddy el año anterior y se dio cuenta de que no jugaba con los otros niños, que sus ropas estaban sucias y que constantemente necesitaba un baño. Y Teddy podía ser desagradable. Llegó al punto que la Sra. Thompson de hecho se complacía en marcar sus apuntes con una ancha pluma roja, haciendo bien delineadas X y poniendo un gran "MD" en la parte superior de las hojas.


En la escuela donde enseñaba la Sra. Thompson, ella fue requerida para revisar el expediente de cada niño y dejó el de Teddy para lo último. Sin embargo, cuando revisó su expediente, se llevó una sorpresa.La maestra de primero de Teddy escribió, "Teddy es un niño brillante, de pronta risa. Hace su trabajo pulcramente y tiene buenos modales, da alegría tenerlo cerca."


Su maestra de segundo escribió, "Teddy es un excelente estudiante, apreciado por sus compañeros de clase, pero está apenado porque su madre tiene una enfermedad terminal y la vida en su hogar debe ser una pugna.
"


Su maestra de tercero escribió, "La muerte de su madre ha sido dura para él. Intenta hacer lo mejor, pero su padre no muestra mucho interés y su vida familiar pronto le afectará si no se toman medidas.
"


Su maestra de cuarto escribió, "Teddy está distraído y no muestra mucho interés por la escuela. No tiene muchos amigos y a veces se duerme en clase.
"


Ahora la Sra. Thompson se dio cuenta del problema y se avergonzó de sí misma. Se sintió peor incluso cuando sus estudiantes le llevaron sus regalos de Navidad, envueltos en bellos lazos y brillante papel, excepto el de Teddy. Su regalo estaba chapuceramente envuelto en el pesado papel marrón que obtuvo de una bolsa de comestibles. A la Sra. Thompson le inquietó abrirlo en mitad de los otros regalos. Algunos de los niños empezaron a reír cuando encontró un brazalete de piedritas de colores, al que le faltaban algunas piedras, y una botella llena hasta la cuarta parte de perfume. Pero acalló la risa de los niños cuando exclamó lo bonito que era el bracelete, a la vez que se lo ponía, y se aplicó algo de perfume en la muñeca.


Teddy Stoddard se quedó ese día después de clase justo lo suficiente para decir, "Sra. Thompson, hoy huele usted justo como mi mamá solía hacerlo.
"


Después de que los niños se fueran, ella lloró durante casi una hora.

Desde ese preciso día, la Sra. Thompson puso especial atención con Teddy. Mientras trabajaba con él, su mente parecía volver a la vida. Cuanto más lo animaba, más rápido respondía él.

Al final del año, Teddy había llegado a ser uno de los niños más inteligentes de clase y, a pesar de su mentira de que ella querría a todos los niños por igual, Teddy se convirtió en uno de los "favoritos de la maestra"


Un año más tarde, encontró una nota bajo su puerta, de Teddy, diciéndole que todavía era la mejor maestra que había tenido en toda su vida.
Pasaron seis años antes de que le llegara otra nota de Teddy. Entonces le escribió que había acabado la Secundaria, el tercero de su clase, y que ella todavía era la mejor maestra que había tenido en toda su vida.


Cuatro años después, le llegó otra carta, diciendo que aunque las cosas habían sido duras a veces, permaneció en el colegio, perseveró y pronto obtendría su graduado con los mayores honores. Aseguraba a la Sra. Thompson que ella todavía era la mejor maestra que había tenido en toda su vida y su favorita.


Pasaron cuatro años más y llegó otra carta. Esta vez explicaba que después de haber obtenido su título de Bachiller, decidió ir un poco más allá. La carta explicaba que ella era todavía la mejor y favorita maestra que había tenido nunca. Pero ahora su nombre era un poco más largo: la carta estaba firmada, Doctor Theodore F. Stoddard.


La historia no acaba aquí. Todavía recibió otra carta esa primavera. Teddy decía que había conocido a una chica y que iba a casarse. Explicaba que su padre había muerto hacía un par de años y se preguntaba si la Sra. Thompson aceptaría sentarse en la boda en el sitio que usualmente estaba reservado para la madre del novio.

Por supuesto, la Sra. Thompson lo hizo. ¿Y sabes qué? Lució el brazalete, aquel al que le faltaban varias piedritas. Y se aseguró de ponerse el perfume que Teddy recordaba que su madre llevaba en su última Navidad juntos.


Se abrazaron y el Dr. Stoddard susurró en el oído a la Sra. Thompson, "Gracias, Sra. Thompson por creer en mí. Muchas gracias por hacerme sentir importante y mostrarme que yo podía hacer que las cosas fueran diferentes." La Sra. Thompson, con lágrimas en los ojos, susurró a su vez. Dijo, "Teddy, estás totalmente equivocado. Tu fuiste el que me enseñó a mí a hacer las cosas diferentes. Yo no sabía cómo enseñar hasta que te conocí."

Seguro que todos ya sabes lo divertido que es jugar y recitar los trabalenguas. Y es que como son tan difíciles pues se dicen cosas muy graciosas cuando te equivocas.


Te voy a dar un truco para que aprendas a recitar trabalenguas sin equivocarte y así que tus amigos no se puedan reír de alguna cosa rara que tú digas, pero tú si reírte de las suyas: porque ellos no sabrán recitar bien los trabalenguas. El truco está en recitar el trabalenguas primero muy despacito entendiendo bien lo que estás diciendo. Luego poco a poco aumentas la velocidad de la frase hasta que te veas capacitado para decirlo todo de un tirón y sin equivocarte ni una coma.



Y recuerda lo siguiente: “Los trabalenguas se han hecho para destrabar la lengua sin trabas ni mengua alguna y si alguna mengua traba tu lengua, con un trabalenguas podrás destrabar tu lengua”




Pablito clavó un clavito
en la calva de un calvito
en la calva de un calvito
Pablito clavó un clavito.

Erre con erre guitarra,
erre con erre barril,
rápido ruedan las ruedas,
por los rieles del ferrocarril.

Compre pocas copas
pocas copas compré y
como compré pocas copas
pocas copas pagué.

Pancha plancha con ocho planchas
¿Con cuantas planchas, plancha Pancha?

Yo no quiero que tú me quieras porque yo te quiero a ti.
Queriéndome o sin quererme, yo te quiero porqué sí.

Cuando cuentes cuentos,
cuenta cuantos cuentos cuentas,
porque si no cuentas cuantos cuentos cuentas
nunca sabrás cuantos cuentos cuentas tú


Pepe Pecas pica papas con un pico,

con un pico pica papas Pepe Pecas.
Si Pepe Pecas pica papas con un pico,
¿dónde está el pico con que Pepe Pecas pica papas?


La punta de la pita pincha.
¿Por qué pincha la punta de la pita?


Ahí donde digo digo,
no digo digo, digo Diego.
Ahí donde digo Diego,
no digo Diego, digo digo.