Cuando establecemos limites a los niños, siempre debería ser a favor de su seguridad y en pos de una buena educación, tanto en casa como en la calle o en otros centros, así como a favor de un desarrollo integral completo del niño.
REGLAS PARA ESTABLECER LOS LIMITES:
- Claridad en los mensajes, siendo estos específicos, sencillo y positivos. Informando a los niños de lo que se espera de ellos y cuando. No es lo mismo decirle “ Ordena tu cuarto” , algo demasiado general, que “ haz la cama y recoge los juguetes”, ya le hemos especificado exactamente lo que esperamos.
- Los límites deberán ser consistentes, no dependiendo estos de nuestro estado anímico, o del día tenido.
- Demostrar firmeza en las decisiones, sosteniéndole quieto mientras de le dan las instrucciones.
-Mirarle directo a los ojos, manteniendo a su misma altura para facilitarle que el también pueda mirarte a los ojos.
- Hablarle de manera clara y con un tono de voz firme. - Desaprobaremos la conducta y no al niño, haciéndoles sentir queridos por encima de todo.
- Poner unos límites razonables, siempre teniendo en cuenta la edad y el desarrollo del niño.
- La importancia de dar razones, mostrándoles una coherencia en nuestros actos y pensamientos.
- Decirlos en positivo en lugar de en negativo, hará que los niños los entiendan mejor, en lugar de decirles “ no te subas de pie en el sofá”, decirle “ el sofá es solo para sentarse”
- Permitir que los niños opinen y participen e la elaboración de los limites, así conseguiremos una mayor cooperación por parte del niño. Al mismo tiempo aprenden y desarrollan el autocontrol y la auto dirección, y también podemos animar al niño a establecer sus propios límites.
- Debemos de poner límites solo a las conductas y no a los sentimientos.
- No se pueden poner límites por poner, ya que el abuso de estos puede causar el efecto contrario de lo que buscamos y el rechazo del niño.